Francia, España, rock, chanson, un toque de sol mediterráneo, algo de tierra y mucho mar. Una vida al estilo de los superhéroes: de noche en el escenario, de día ante sus alumnos. Alexandre Lacaze es una historia de amor entre literatura, arte, cine que toma forma en pequeños himnos para un día de sol.
Tuvimos el placer de hablar con él el pasado 28 de Marzo antes de su concierto en El Puerto de Chus y esto fue lo que nos contó:
Tu música está considerada como chanson rock, ¿podrías definirnos este género?
Es difícil porque es una especie de cantautor eléctrico, en la línea de Jeff Buckley y Dominique A. sobre todo, son las dos influencias más grandes. Chanson porque es en francés, mi madre es francesa, y rock porque tampoco es pop. Pop serían unas melodías más fáciles esto son canciones más largas, se estiran mucho los loops, entonces es más rock.
En cuanto a influencias, Dominique A. probablemente sea el que está más patente en tu discografía, ¿qué representa para ti?
Antiguamente cuando empezó estaba sin banda y con los pedales hacía ritmos, riffs y cantaba y eso es lo que yo hago.
Tienes una cara española y otra francesa, ¿cuál crees que son las diferencias culturales actuales entre estos dos países? respecto al trato del estado a los artistas (ayudas subvenciones…), facilidades a la hora de tocar en salas, aceptación por parte del público… ¿cambian mucho las cosas cuando trabajas en un país u otro?
Sí, cambian muchísimo. Para empezar cuando vas a los conciertos en Francia, te encuentras todo tipo de público: gente mayor e incluso a veces niños. Todo es muy familiar y muy serio, la gente va a escuchar los conciertos. En España la tendencia es «voy a ver el concierto». Voy a ver, pero con una copa o hablando… Entonces es otra dimensión de lo que es la música.
A nivel institucional la cultura está mucho más apoyada porque es una cosa educativa. Francia se gasta más del 30% del presupuesto nacional en cultura, lógicamente no es como España donde la cultura se encuentra arrinconada con muy bajo presupuesto para financiar un proyecto o ayudas a la música, teatro, cine… y se nota en la educación de la gente, es otra visión.
Respecto a esta mezcla franco-española en tu música, ¿podría reflejarse en algún tipo de mestizaje o sinergia? ¿Tiene más peso la parte francesa que la española?
Yo creo que también hay una parte mediterránea, pero bueno, yo soy más introspectivo, mi carácter es más francófono en eso, otra manera de entenderlo. Sí que mi parte española también le da como otro aire mediterráneo, otro respiro.
La chanson francesa está considerada en España cómo un género minoritario asociado a personas con un perfil intelectual muy alto ¿crees que es así o sólo un tópico que no hace justicia al género?
Eran gente como Edith Piaf. En la Nouvelle Vague, la gente joven de los años 60 o la generación de los Beatles, lo que escuchaban sus padres era la chanson, como aquí un poco la copla. Esa imagen es una cosa arcaica, yo la recupero y la intento rejuvenecer ahora con ser un cantautor-eléctrico.
Lo francés está asociado a algo más intelectual o muy difícil, no sé porqué.
El mar es algo que está muy presente en tu obra, ¿por qué la elección de estas metáforas? la mar, el naufrago, las caracolas…
Por mi origen de Málaga. Yo no puedo vivir sin el mar, supone todo. Haber abierto la ventana de pequeño, darme una vuelta por el paseo marítimo como algo escapista… Y luego he leído mucha literatura del mar, que me encanta. Soy muy literario. También supongo que es la parte pedante de la música esta, he leído mucha literatura marina y siempre me encanta, es mi temática fundamental.
Y dando clase en Cáceres, ¿qué tal se lleva el contraste mar-tierra? las gentes, el carácter…
Se lleva regular, pero el trabajo… es también muy importante.
La gente no cambia mucho por la dicotomía costa-interior, cambia por el contraste pueblo-ciudad, pero eso creo que en todos los sitios, cambia el ambiente de la provincia a lo que es la ciudad y esto pues lo mismo: Cambia la ciudad de Málaga, una ciudad grande, cosmopolita a estas ciudades pequeñas de Extremadura que son más cerradas.
Las referencias culturales en tu trabajo son muy extensas, cineastas y escritores como Truffaut, Duras, Conrad, Lewis Carroll… ¿Qué libro y qué película dirías que te han marcado más? ¿por qué?
Eso es una pregunta dificilísima, pero bueno, señalando libros favoritos, por ejemplo de Conrad: Al final de la Cuerda.
Soy muy cinéfilo y tengo 4.000 películas en casa, se me hace imposible decicir cuál es la mejor, es como un sacrilegio descartar una u otra. De cine francés hay una que me encanta: Ma nuit chez Maud (Mi noche con Maud), es una de mis favoritas.
Hablando de séptimo arte, tenemos entendido que tienes un proyecto con una temática muy interesante: El uso de las escaleras en el cine, ¿qué nos puedes contar de él?
Soy Doctor en Arte también e hice una tesis sobre arte y otra, que no la terminé, que era de las escaleras en el cine clásico. Mi familia es muy cinéfila, desde pequeñito he visto muchísimas películas y me puse a estudiar la simbología de la escalera en las películas de aventuras, de miedo… por qué la escalera, dónde se sitúan los personajes: si están arriba, abajo…
Nos llamó la atención que comparases la doble identidad profesor-músico con el mundo del cómic, profesor de día, cantautor de noche ¿Cuál sería tu álter ego como superhéroe? ¿y cómo villano?
Como superhéroe supongo que sería un poco Spiderman, por lo adolescente o lo que me hubiera gustado ser. Como villano… la verdad es que los villanos no me gustan mucho, ¡así que no me gustaría verme en la piel de ninguno!